No todo lo que brilla es oro y especialmente cuando las deudas arrasan con la opulenta vida de celebridad. Las luminarias saben cómo gastar pero no cómo administrar sus bienes y luego sobreviene el escándalo. He aquí crónicas de quiebras que le quitaron brillo a algunas estrellas hoy famosas pero no tan millonarias.
El término bancarrota o quiebra, se asocia a un percance de orden legal en el que una persona o empresa, carece de recursos para cumplir sus compromisos económicos contraídos con premeditación. Este concepto generalmente se aborda para hacer referencia a personas que por negligencia o por alguna mala jugada del destino, se quedan repentinamente sin fondos suficientes y en virtud de las agobiantes deudas deciden pronunciarse en quiebra. Pareciera que esta desgracia monetaria no debería asociarse al mundo del espectáculo, se supone que las grandes celebridades cuyas vidas están signadas por el brillo del escenario y que generalmente conocen las raíces de la pobreza, una vez que logran hacer realidad sus sueños de fama no dan vuelta atrás. Sin embargo, así como dice la historia del personaje urbano Pedro Navaja, “la vida te da sorpresas” y la historia de algunos artistas, luego de empalagarse en las mieles del éxito se adentra en una fase oscura dejándolos sin dinero y prácticamente en la calle.
El sol se apaga
Recientemente los seguidores de las celebridades o los que sienten fascinación por el talento artístico, vieron con sorpresa las noticias virales sobre la supuesta bancarrota de Luis Miguel, el consagrado “Sol de México”, con 34 años de carrera artística y con el caché de ser consagrado como uno de los cantantes más sólidos de su generación, se ha visto envuelto en historias de inestabilidad económica lo que ha puesto al mundo entero tras la pista de sus oficiales versiones.
Reconocerlo públicamente no es suficiente y especialmente para la prensa, nadie lo puede creer, un artista que ha sido el soltero más cotizado desde su lanzamiento siendo millonario desde los veinte años, el interprete de éxitos musicales convertidos en clásicos que producen millones en regalías para el artista, negocios en paralelo e inversiones en México, mansiones lujosas en Acapulco, Miami, New York, Los Ángeles y otras latitudes, no hacen lucir a Luis Miguel en quiebra, pero hay hechos que así lo confirman. William Borckhaus ganó una cuantiosa demanda en contra de Luis Miguel alegando incumplimiento de contrato. El artista habría firmado un convenio que le otorgaba al demandante el 10 % de las ganancias producidas en escenario entre 2012 y 2014, este compromiso nunca fue honrado por el artista y por ello los tribunales se pronunciaron en su contra.
Luis Miguel Gallego Basteri, en lo que para muchos fue un acto de soberbia, nunca acudió al llamado del tribunal, para comparecer ante los cargos que denunció su ex manager, quien exigió una indemnización valorada en más de un millón de dólares, cifra nada despreciable pero que no cualquiera tiene en los bolsillos. El cantante mexicano se entregó a la Justicia de Estados Unidos, que había emitido una orden de arresto en su contra y fue liberado bajo fianza horas después que cancelara el cacareado millón de dólares. ¿Si tenía el dinero por qué no quiso pagar? ¿Será cierto que todo este hecho arrojó un balde de agua a las cuentas ardientes del “Sol de México”?
Es fácil pensar que con una gira por el mundo cualquier deuda se paga y más en el caso de este artista, sin embargo el difícil carácter del “Sol de México” ha vuelto renuentes a empresarios cuyas contrataciones desviaron a otros talentos, algunos detractores aseguran que Luis Miguel supuestamente no canta el tiempo establecido, y si se despierta con el pie izquierdo cancela el espectáculo sin razones de peso aparentes, esta situación afectó la agenda de conciertos que otrora, hicieron del cantante uno de los artistas más vistos en el mundo entero.
Sin conciertos y con mala fama son muy pocas las probabilidades de levantar cabeza, y a esto se le suman nuevos embates. Separaciones amorosas y sus contratos previos han hecho que separarse de Luis Miguel también sea un negocio, su relación más estable lo convirtió en padre de dos hijos con la actriz Aracely Arambula, quien no suelta prenda sobre sus relaciones con Luis Miguel, sin embargo versiones maliciosas dicen que tampoco cancela el convenio salarial que el cantante debe pagar para mantener calma en el hogar.
Los empleados tampoco callan, fuentes cercanas a sus negocios sostienen que aún no se cancelan compromisos contractuales con trabajadores, quienes ya no desean prestar sus servicios y todo este revuelo lo aderezó la supuesta confiscación de una lujosa embarcación que le fue embargada al astro de la canción tras no pagar im- puestos, aranceles y cuotas de mantenimiento.
Todo esto evidentemente empañala imagen de un cantan- te que por más de treinta años ilumina los escenarios del mundo, y aunque del árbol caído todos quieren hacer leña, fuentes cercanas sostienen que se está preparando para hacer un regreso triunfal que no sólo le devuelva la fama vilipendiada sino también los bienes en riesgo de pérdida por las deudas.
Luis Miguel, intérprete de éxitos como “La incondicional”, “Cuando calienta el sol”, “No sé tú”, tiene en su trayectoria musical nueve Premios Grammy, ha sido un fenómeno en ventas desde 1982, se ha paseado por festivales de la canción en San Remo, Viña del Mar, Montecarlo, Brasil y hasta Taiwan. Obtuvo una estrella en el Paseo de la fama en Hollywood, tiene 50 discos de platino a nivel mundial y ha sido reconocido en varias oportunidades como uno de los artistas más influyentes en las listas de Billboard, sus éxitos hablan por sí solos y aunque actualmente su salud se encuentra comprometida con el síndrome de tinnitus, una enfermedad que afecta su audición, sus seguidores aguardan el momento en el que este astro vuelva como el Ave Fénix.
Con el pupitre en la calle La serie “El Chavo del ocho” del admirado Roberto Gómez Bolaños ha dejado en el mundo entero una estela de reconocimientos y méritos propios que inmortalizaron a cada uno de sus personajes, haciéndolos cercanos y queridos por el público. Son muchas las vecindades que han visto a niños hacer amistad gracias a sus juegos y picardías llenas de inocencia y sublime encanto, sin embargo, no suena lógico que los actores que interpretaron estos personajes, luego del brillo de la fama hayan vivido momentos que comprometan su estabilidad económica, al punto de quedar en la ruina como si se tuviese que empezar de cero.
Conocido como el Profesor Jirafales del programa “El Chavo del ocho”, el actor mexicano Rubén Aguirre sufrió un accidente automovilístico en el año 2007 que causó graves daños a su esposa, Consuelo Reyes.
Aguirre gastó sus ahorros para salvar a su mujer y aunque los trapos sucios se deben lavar en casa, declaraciones sorprendentes del actor dejaron atónitos a sus fans: “Tenía guardado un pequeño capital, pero debido al choque me quedé en la calle”.
Rubén Aguirre Fuentes estelarizó al insigne Profesor Jirafales siempre enamorado de Doña Florinda, fue un personaje inspirado en la clase media, impartía educación y se mostraba con buenos modales incluso refinados; pero en el pasado quedaron esos años dorados, y cuando la vejez se une a la enfermedad parece advertir una debacle.
El gentil actor se puso los guantes y denunció a la Asociación Nacional de Actores de México (ANDA), por negarse a pagar sus gastos médicos, y aunque dicha asociación dedicada a proteger a los artistas sostiene que sí le prestaron apoyo en esta difícil situación, trascendió que el actor poseía una deuda de 5 mil dólares.
El Profesor Jirafales, logró mantenerse gracias a regalías del programa de televisión y como negocio paralelo fue dueño de un circo. Lamentablemente a los 81 años no lo recibían en el hospital sin garantía de pago.
“Mientras uno tiene fuerzas y recursos para resolver su situación, pues lo hace, además porque en cuestiones de salud simplemente no cabe la espera”. Aseguró el artista en el ocaso de sus días.
Aleccionadora o anecdótica esta historia no es la única en repetirse en importantes luminarias que luego de seducir multitudes, su telón cierra sin ovación y en profunda decepción.
Con la llama bajita
Una de las merengueras más queridas en América Latina también ha sido protagonista de estas historias. La llamada “Mujer de Fuego” se quemó en la hoguera de las finanzas en el año 2010 cuando se pronunció en quiebra.
Es muy recurrente o al menos más común de lo que parece que artistas o deportistas al sumar cuantiosos bienes, no logran hacer un equilibrio entre lo devengado y los gastos propios de una vida de celebridad.
También ha ocurrido que las altas mensualidades para mantener los bienes se van en alza, aun cuando las fluctuaciones financieras deprimen los precios de bienes inmuebles, esto llena de impotencia a cualquiera, porque en lenguaje coloquial, estarían pagando las mismas cuotas por bienes que perdieron su valor y esto ocurre especialmente en Estados Unidos.
Bajo este panorama la merenguera oriunda de Puerto Rico ha tildado a los banqueros de “muchacho malo” y ha tenido que descender de su estrado para enfrentar sus compromisos monetarios. Olga y su esposo y representante Billy Denizard se declararon legalmente en quiebra en Florida en 2010, por tener deudas cercanas a los 7.2 millones de dólares con múltiples acreedores. Según sus declaraciones, la cantante percibía en ese entonces ingresos mensuales de más de 38.000 mil dólares, pero sus gastos ascendían a una cifra similar.
Al declarar a la prensa, el hecho fue un completo escándalo y la lista de bienes patrimoniales comenzaron a figurar en los tabloides:
– Los activos del matrimonio sumaban 3,3 millones de dólares, sin embargo las deudas estaban por encima de los 7,2 millones de dólares.
– Los esposos debía un total de 350 mil dólares en impuestos al Ministerio de Hacienda y 2,3 millones al Banco Popular.
– Las investigaciones de auditores de Hacienda encontraron un desvío de fondos, ya que se supone que la pareja poseía 10 caballos valorados en 174 mil dólares, pero los titulares en documentos eran menores de edad.
– Entre sus bienes inmuebles destacan propiedades en Orlando y en los pueblos de Toa Baja y Toa Alta, Puerto Rico. La Tañón, sorprendió a sus fanáticos ya que un dilema económico legal de tal magnitud compromete incluso su desenvolvimiento en los escenarios, sin embargo los asesores legales de la pareja se hicieron cargo del caso hasta conseguir una lapso para robustecer las cuentas, gracias a las giras musicales que aún sigue dando la merenguera de América. ¿Moraleja?: la encontró en sus propias canciones: “todo lo que sube, Y SUBE y baja”…
Más estrellas caídas
Ana Torroja
La recordada Diva de los años ochenta, vocalista de uno de los grupos hispanos más influyentes de la época, es sin lugar a dudas Ana Torroja, quien recorrió el mundo entero con su banda “Mecano”. La cantante madrileña fue señalada por la Abogacía del Estado que le impuso tres años y tres meses de prisión, luego de ser señalada por una presunta evasión fiscal en Mallorca a través de la cual habría defraudado más de un millón de euros.
Torroja salió al paso de las acusaciones reconociendo alguno de los cargos y demostrando que no es residente de España, pero a pesar de no quedar tras las rejas, el año 2009 fue uno de los más duros para la cantante por la cuantiosa suma de dinero que tuvo que pagar para resarcir sus faltas y cancelar altos honorarios de abogados, los gastos sumaron 1,8 millones de euros.
Un monto más elevado que la supuesta deuda de la cantante, imaginamos que Ana recordó su canción “Ay qué pesado”.
José José
El príncipe de la canción ha tenido una vida digna de llevar a la gran pantalla o a una serie de televisión donde el protagonista disfruta de vicios y excesos gracias a su gran fama y talento. Divorcios escandalosos, pérdida de millonarios bienes, manutención a hijos y posteriores demandas por incumplimiento de contrato, acabaron con los días célebres de José José, quien se considera una de las voces más importantes del siglo XX.
Películas, giras de conciertos, ventas millonarias de álbumes hicieron del intérprete uno de los más cotizados de su generación, pese a esto es de dominio público que su enfermedad vinculada al alcoholismo acabó lentamente con sus sueños de gloria. Se sabe que ya no tiene el caudal económico de sus años mozos e incluso tras aceptar que su situación financiera ya no es estable, los cantantes que le han hecho tributos destinaron las ganancias de las regalías al Astro para que logre tener un digno quince y último. Allí deberíamos cantarle el conocido “…que fui paloma por querer ser Gavilán”.
Michael jackson
Un caso curioso y no menos escandaloso lo estelariza el “Rey del Pop”, Michael Jackson. Registró su nombre en el firmamento del espectáculo internacional por alcanzar los primeros puestos en todas las listas de popularidad, pero también fue conocido por su excéntrica vida colmada de lujos y gastos exorbitantes, En 2007, Jackson debía 27 millones de dólares (18 millones de euros) por su rancho de Neverland. Llegó a pagar 30 millones de dólares al año en intereses por los 500 millones de dólares que acumuló en deudas durante los años previos a su muerte en 2008. Según el diario Wall Street Journal, las regalías generadas luego de su fallecimiento reportaron ganancias de 200 millones de dólares que sirvieron para detener algunos embargos y abonar cuentas que no habían sido canceladas en años. Neverland, su casa, aún no se ha podido vender e incluso le bajaron el precio. La Mansión de seis habitaciones, trece baños, cine, zoológico, discoteca y parque de atracciones sigue produciendo pérdidas, le cambiaron el nombre y de 100 millones ahora cuesta 67 millones de dólares.
Avaricia y vanidad, pecados capitales que cobran caro y, así seas famoso, nunca serás infalible de pasar de la riqueza a la bancarrota. Se cierra el telón y las luces se apagan.