Jorge Valero ha sido Viceministro de Relaciones Exteriores para América del Norte, Representante Permanente de República Bolivariana de Venezuela ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), Viceministro de Asuntos Exteriores y Multilaterales. Actualmente es el representante permanente de la República Bolivariana de Venezuela ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El equipo de Síntesis tuvo la oportunidad de conversar con el Embajador Jorge Valero, uno de nuestros más importantes diplomáticos, quien en dos oportunidades se ha desempeñado como Viceministro de nuestra Cancillería y también nos ha representado como Embajador Representante Permanente, Jefe de Misión en la Organización de Estados Americanos (OEA) y en la Organización de las Naciones Unidas, tanto en su sede en New York, como ante su sede en Ginebra, Suiza.
Síntesis: De nuevo, como en el año 2002, hay quienes plantean la aplicación de la Carta Democrática Interamericana, de manera particular el Secretario General de la OEA, Luis Almagro, contra nuestro país.
Embajador Valero Lo primero que hay que señalar es que las situaciones son muy diferentes. En el año 2002 se produjo una ruptura del orden constitucional de nuestro país. El golpe de Estado contra el Presidente Hugo Chávez interrumpió el normal funcionamiento de las instituciones del Estado venezolano. La ruptura de la democracia en Venezuela y el establecimiento de un régimen dictatorial tenían sus antecedentes. Desde el mismo día en que el Presidente Chávez asumió la jefatura del Estado, en enero de 1999, se iniciaron las actividades destinadas a perturbar la estabilidad democrática.
Era claro que los poderosos intereses nacionales y extranjeros que habían florecido durante el periodo de la IV República, no cejarían en su empeño por sacarlo del poder (Miraflores). El golpe de Estado se había planificado, con mucha antelación; sus gestores habían actuado con milimétrica precisión y sangre fría. Una constelación internacional de intereses había confluido a favor del golpe. En ese sentido, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y, de manera muy destacada, Santiago Cantón, su Secretario Ejecutivo, habían abonado el terreno para que se produjera el golpe. De hecho lo apoyaron y bendijeron.
S Se podría decir entonces que a los golpistas les faltaba activar el escenario de la OEA para “coronar” esta escalada…
Emb. Valero Eso pretendían. Pero la Organización de los Estados Americanos dada la posición de la Misión de Venezuela en ese Foro contribuyó a frustrar tales propósitos. La Carta Democrática Interamericana contiene algunos principios que deben regir el sistema político de las Américas. Este documento establece salvaguardas para proteger y defender los gobiernos democráticos, desarrollando -en un nuevo contexto internacionalla solidaridad continental. Por esto, el Consejo Permanente, en su resolución CP/RES. 811 (1315/02) resolvió, en tiempos del golpe de Estado contra el Presidente Chávez: “Condenar la alteración del orden constitucional en Venezuela”. Y la Asamblea General, en su Reunión Extraordinaria celebrada en Washington, DC, el 18 de abril de 2002, mediante la resolución AG/RES. 1 (XXIX-E/02) expresó “(…) satisfacción por el restablecimiento del orden constitucional y del gobierno democráticamente elegido del Presidente Hugo Chávez Frías en la República Bolivariana de Venezuela”.
S ¿Qué nos puede decir del informe de Luis Almagro?
Emb. Valero Efectivamente. El llamado “Informe Almagro” no es sólo un adefesio político, sino que también lo es en lo jurídico. La Carta Democrática Interamericana fue concebida para proteger a los estados democráticos no para destruirlos. Y no es otra cosa lo que se propone Luis Almagro, al invocar la aplicación de los artículo 20 y 21 de dicho instrumento hemisférico; lo que él quiere es que Venezuela sea invadida militarmente por fuerzas extranjeras.
Al pretender activar esos artículos está desconociendo, más aún, falsifi cando, la realidad venezolana. Su iniciativa forma parte de los planes y estrategias que buscan derrocar el gobierno legítimo y democrático del Presidente Nicolás Maduro Moros.
Almagro es un operador político de la oposición antidemocrática en Venezuela. Es, en la práctica –ya lo he dicho antes- el Secretario de Relaciones Internacionales de la llamada Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
En violación fl agrante a las normativas internas de la OEA, Almagro alardea de sus frecuentísimos encuentros con líderes de la oposición golpista venezolana, y se hace eco, sin rubor alguno, de sus predicamentos. Dice actuar en función de sus principios, pero no toma en cuenta los principios de la Organización a la cual se debe.
Su desproporcionada exposiciónmediática y el irresponsable manejo que hace de la Carta DemocráticaInteramericana, en relación con la situación venezolana, evidencian un comportamiento desequilibrado, parcializado e irresponsable que contraviene la ética que debe observar un funcionario internacional de su envergadura.
Mientras su febril obsesión contra la Revolución Bolivariana se exacerba ad infi nitum, hace mutis ante las violaciones del gobierno de Estados Unidos, que también forma parte de la OEA, a los derechos humanos de sus propios ciudadanos.
S. ¿A qué se enfrenta el país?
Emb. Valero Venezuela enfrenta hoy,nuevamente, una desafi ante realidad. Se han activado, incluso más que en el pasado, mecanismos foráneos y domésticos para tratar de abortar cambios y transformaciones humanistas que lleva adelante el Gobierno del Presidente Nicolás Maduro Moros. Por lo que, Almagro, al sumarse a esa estrategia intervencionista, con obsesivo y protagónico afán, no hace más que demostrar su odio por la Patria de Bolívar y de Chávez. Es bochornoso e indignante el papel que desempeña Almagro al abordar la situación venezolana.
Es evidente que en Venezuela no se ha producido una situación como la descrita en el informe de Almagro, por lo que no hay razones para que la OEA apruebe la activación del artículo 20 de la carta Democrática. Menos aún, excluya a Venezuela del sistema interamericano al amparo del artículo 21. En nuestro país hay una democracia vigorosa, firme y consolidada.
Venezuela enfrenta hoy, como lo ha denunciado el Presidente Nicolás Maduro Moros, una ofensiva multifacética foránea, que cuenta con súbditos domésticos, la cual propicia un golpe de Estado y el derrumbe de nuestra democracia participativa y protagónica.
Pero nuestro gobierno y nuestro pueblo tienen la sufi ciente fortaleza para superar las difi cultades que encara el país, derivadas tanto del golpe de Estado continuado que respaldan oprobiosos intereses foráneos y el Secretario General de la OEA, como de la guerra económica que sufrimos y de la abrupta caída de los precios del petróleo.
S. De no aprobarse esa “propuesta Almagro”
contra Venezuela, puede nuestro
país demandar la renuncia de ese funcionario?
Emb. Valero Esta recurrente conducta -prejuiciada y parcializada- en contra de las instituciones del Poder Público venezolano, viola fl agrantemente el principio universal de la no injerencia en los asuntos internos de los Estados, afectando de manera grave la credibilidad y el normal funcionamiento de la OEA.
Con tan nefastos antecedentes, la actuación del Secretario General, constituye un avieso intento de usurpar la autoridad y soberanía del Estado venezolano. En consecuencia, su manifi esta posición contra el legítimo Gobierno del Presidente Nicolás Maduro Moros lo inhabilita moral y políticamente para abordar la situación de Venezuela. Almagro debe ser expulsado de su cargo, dada la trasgresión ostensible de las funciones que le son propias.