Unas Águilas “repotenciadas” volaron alto
Nunca antes fue tan notoria la importancia de los llamados refuerzos para la post temporada del béisbol venezolano. Si bien es cierto que las Águilas del Zulia cumplieron con una gran campaña y cabalgaron en la punta durante los primeros casi dos meses, también es cierto que para diciembre sintieron los rigores de una liga más exigente, vieron marchar a algunas de sus más importantes figuras y mermar el rendimiento de pilares fundamentales como el colombiano Reinaldo Rodríguez.
Los refuerzos tomados para las competiciones de enero cambiaron el rostro del conjunto zuliano, haciéndolo de nuevo temible y altamente competitivo. Y así, tras dejar en el camino a los Tigres de Aragua, Caribes de Anzoátegui y Cardenales de Lara, se alzaron con su sexto título de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP) tras largos 17 años de espera. Hicieron además el mejor de los homenajes a quien iba dedicado este torneo: Doña Lilia Silva de Machado, la eterna presidenta del elenco rapaz.
La reconstrucción
Luego de culminar la temporada 2015/2016 en el último puesto y con récord de 24 triunfos y 39 derrotas, las Águilas del Zulia iniciaron su reconstrucción con la designación del zuliano y ex jugador del equipo Lipso Nava, como nuevo mánager. La escogencia llevaba una condición especial: un cuerpo técnico conformado por zulianos que vistieron la camiseta naranja. Que sintieran la camiseta.
Es así como se integraron Wilson Álvarez, Lino Connell, Orlando Muñoz, Luis Ordaz, Alex Delgado y Edwin Moreno, junto al único foráneo, el coach de bateo Jon Nunnally. Otros movimientos claves trajeron al equipo al receptor Jesús Flores, a Jonathan Herrera, José Ortega y Herlis Rodríguez. Nava había dirigido a las Águilas en la 2011/2012 cuando tomó el mando interinamente tras la destitución de “Mako” Oliveras, para lograr la clasificación tras 29 victorias y 17 derrotas. Luego, decidió prepararse y esperar su momento.
Gran inicio
Y el momento llegó. Con un arranque de 5-0 y 8-1 las Águilas del Zulia dominaron el primer mes de campeonato al cerrar en la punta con registro de 15 victorias y 5 derrotas. El tórrido bateo del los colombianos Reinaldo Rodríguez y Giovanny Urshela fue clave en ese gran comienzo.
Pero en noviembre no les fue del todo bien y jugaron para 9 ganados y 14 perdidos, manteniendo sin embargo el primer lugar con récord de 24-19. La marcha de Urshela, quien bateaba para .337 con 3 jonrones y 33 remolcadas fue vital en el desplome del equipo. Reinaldo Rodríguez era -y terminó siendo- el líder en cuadrangulares de la liga, pero su rendimiento bajó ostensiblemente. La llegada de Freddy Galvis fue un revulsivo anímico y en diciembre lograron levantar un poco el vuelo para terminar ese mes con 9 ganados y 11 perdidos, clasificando en el tercer lugar con 33 triunfos y 30 reveses.
José Pirela con .343, 2 jonrones y 16 remolques, Jesús Flores -regreso del año- con .323, 5 jonrones y 29 empujadas, Rodríguez con sus .309, 12 jonrones y 41 fletadas, más el aporte de Galvis con .317 y 4 empujadas en 15 encuentros, permitieron a las Águilas clasificar sin muchas dificultades, pero dejando dudas sobre lo que podrían lograr a partir de enero.
Nueva cara
Los movimientos realizados por la gerencia a cargo de Luis Amaro y César Suárez, ambos zulianos y con arraigo en el equipo, fueron vitales de cara a la obtención del título. Para el play off ante los Tigres de Aragua, las Águilas no salieron como favoritos a pesar de las adiciones claves de José Tabata, Ronny Cedeño, Mithc Lively, Jordany Valdespin y Rolando Valdez. Contra los pronósticos superaron a los Tigres por 6-3 y 6-5 en los dos juegos realizados en Maracaibo, barriendo en Maracay al ganar 9-2 y 5-1. Tabata bateó de 16-8 con 5 remolcadas, Galvis de 18-8 y Alí Castillo de 14-7 para convertirse en las figuras ofensivas. Carlos Daniel Hernández brilló en el montículo junto a los relevos impecables de Leonel Campos y Silvino Bracho.
En semifinales el rival fue Caribes de Anzoátegui y nuevamente los entendidos no le daban mucho crédito a las Águilas. Endy Chávez fortaleció aun más el line up y se comenzó dividiendo en Puerto La Cruz al ganar el primero 3-2 y perder el segundo 7-1. En Maracaibo nuevamente hubo barrida, al imponerse 3-2, 5-2 y 1-0 para liquidar la serie y avanzar a la final. Tabata fue nuevamente la bujía al sonar de 9-5 junto a José Pirela quien conectó de 16-6 con un jonrón y cuatro empujadas y el despertar de Alex Romero quien bateó de 17-6. Carlos Daniel Hernández fue otra vez figura al ganar dos partidos, dejando 0.90 de efectividad en 9 entradas con 6 ponches. El bullpen con Campos y Bracho estuvo de nuevo intraficable.
Para la instancia definitiva se sumaron Mario Lisson y Wilfredo Ledezma. El rival Cardenales de Lara, líder de la ronda eliminatoria, salía como favorito.
Pero las Águilas del Zulia no estaban dispuestas a esperar más de los 17 años que llevaban aguardando por alcanzar su sexta corona de la LVBP.
En Barquisimeto vapulearon a Cardenales en los dos encuentros, imponiéndose 12-2 en el primero y 11-1 en el segundo. En el “Luis El Grande” de Maracaibo estaban listos para coronarse por primera vez como locales. Colocaron la serie 3-0 al vencer 8-7 en el primero de esos compromisos, partido que debió culminar al día siguiente de iniciado debido a incidentes entre aficionados y jugadores. Alí Castillo lo definió en la reanudación, para dejar en el terreno a los dirigidos por Luis Dorante. Los larenses repuntaron en el cuarto cotejo y vencieron 3 carreras por 1.
El 25 de enero de 2017 con un trabajo impecable de Mithc Lively desde la lomita, quien solo permitió dos imparables y una carrera en siete entradas; relevos de Leonel Campos y Silvino Bracho, más cuadrangular de José Pirela, las Águilas del Zulia se impusieron 5-2 y lograron el campeonato.
Sexto título
Lipso Nava se convirtió en el segundo estratega criollo en alcanzar el título con las Águilas del Zulia. El primer campeonato se logró en la 83/84 con el mexicano Rubén Amaro, 4-1 sobre Cardenales de Lara.
El segundo título llegó con el estadounidense Pete McKanin en la 88/89, superando en la final 4-3 a los Tigres de Aragua. En las temporadas 91/92 y 92/93 Pompeyo Davalillo se erigió como el primer venezolano campeón con el cuadro aguilucho, llegando así el equipo a cuatro coronas. En la 91/92 se le ganó la final 4-3 a los Tigres de Aragua y al año siguiente se barrió en cuatro juegos a los Navegantes del Magallanes.
El quinto título se obtuvo en la 99/2000 con el norteamericano Marc Bombard, superando en la final 4-1 a los Navegantes del Magallanes. Diecisiete años después llegó el sexto con el marabino Lipso Nava -electo Mánager del año-, superando 4-1 a Cardenales de Lara. En síntesis, dos ante Cardenales, dos ante los tigres y dos ante Magallanes.
Un formato y una mala tarde
Las Águilas llegaron a Culiacán con la mente puesta en obtener su tercera corona del Caribe, luego de las alcanzadas en 1984 y 1989, en sus dos primeras actuaciones en representación de Venezuela.
Con importantes adiciones como Denis Phipps, René Reyes y José Castillo más los lanzadores Omar Bencomo Jr., Raúl Rivero, Pedro Rodríguez, Hassan Pena, Tiago Da Silva y Luis Ramírez llegaron las Águilas a la Serie del Caribe, con enormes expectativas y apuntalados por sus figuras Freddy Galvis, José Pirela, Wilfredo Boscán y Leonel Campos.
A pesar de la derrota ante México, el equipo representante de Venezuela no tuvo problemas para avanzar a la ronda semifinal con récord de 3-1 y en la primera posición, correspondiéndole enfrentar a los Criollos de Caguas, equipo de Puerto Rico.
Y por cosas del formato, una mala tarde del abridor Mitch Lively y fallas a la hora de batear oportunamente, el equipo que clasificó en cuarto lugar y con apenas una victoria en cuatro encuentros, avanzó a la final y posteriormente se alzó con el título.
Las Águilas no pudieron alcanzar su tercera corona del Caribe pero volaron alto durante toda una temporada en la que ganaron 48 partidos y perdieron 34. Fueron dignos y merecidos campeones de la 2016/2017.