Desde finales del siglo XIX y principios del siglo XX, el dinero ha estado en el centro del debate, en el banquillo de los acusados. Es la manzana de la discordia, la raíz de todos nuestros males, el responsable de las sucesivas crisis económicas y financieras recientes, de la pobreza y algunos hasta lo incluyen en las relaciones amorosas por aquello de: “Billete mata galán”.
En una economía de mercado que necesita expandirse para sobrevivir bajo un modelo de producción, de industrialización y de acumulación de capital perpetuo, parece lógica la importancia concedida al dinero y a todos los sistemas e instituciones que giren en torno a él.
Si le vemos desde lo instrumental y operativo no se alcanzará a ver la importancia del dinero, pero si le miramos desde una perspectiva política de poder, todo cambia, quién le controle, quién determine su valor, local y mundialmente, tendrá el poder. Sin necesidad de poseer las riquezas patrimoniales podrá hacer que disminuyan o aumenten, podrá controlar y disponer de los recursos naturales dónde quiera que estén, sin tener los medios de producción podrá hacer que las economías crezcan y se desarrollen, se estanquen o se contraigan, podrá obstaculizar o facilitar el desarrollo y el crecimiento de las economías reales de los países, gestionar la renta y controlar las intermediaciones comerciales y financieras.
Anclar la moneda al oro, a la deuda, a una cesta de comoditis, a otros activos tangibles, a reservas internacionales, en síntesis, anclarlas a la realidad real como que sigue teniendo más aceptación que confiarla a un gobierno, a la tecnología o las empresas tecnológicas o las nuevas fintech, en especial las que promueven la descentralización de las intermediaciones financieras (conocidas como “Defi”). A pesar de la internet, el metaverso, las redes sociales, las criptos, los Token No Fungibles, el metaverso y la Inteligencia Artificial, en este aspecto se sigue siendo conservador. La moneda: ¿estable o volátil?, ¿libre o controlada?, es la reflexión que pretendemos presentar en este breve escrito.
Algunas preguntas y hechos para el calentamiento:
Antes de ayer, ud. requería de sencillo para el pagar transporte público, comprar periódicos, compras al menudeo en general, ayer, este requerimiento pasó a ser la necesidad de efectivo en billetes en su cartera para los mismos gastos, hoy, se transformó en tener saldo en su cuenta, sea producto de sus ahorros o de su crédito. Ud. ha transitado por la transformación del dinero sin percatarse.
¿Sí sus ingresos fueran suficiente para cubrir sus gastos básicos, quedándole un excedente, Ud. quisiera ahorrarlo o invertirlo para preservar o aumentar su valor en el tiempo? ¿Cuándo Ud. habla de preservar o aumentar el valor, se refiere a preservar o aumentar el poder adquisitivo del dinero ahorrado para cubrir necesidades futuras? ¿Ud. cuando toma decisiones en relación al dinero, piensa como ahorrista o como inversionista?
¿Ud. se considera rico o pobre? ¿Ud. tiene un patrimonio considerable, pero poca o escasa liquidez, dinero líquido? ¿Su ingreso regular no cubre sus necesidades fundamentales, para poder complementarlas Ud. ha tenido que buscar otros trabajos parciales o ha tenido que vender su patrimonio, es decir joyas, vehículos, inmuebles, acciones, bonos, etcétera? ¿Ud. tiene créditos a corto o mediano plazo para cubrir necesidades fundamentales y regulares como salud, vivienda, educación o transporte? ¿Ud. financia el consumo de alimentos y el pago de servicios con crédito? ¿Ud. Sabe, después de cada compra cuánto saldo le queda en su cuenta?
Ud.: ¿Cómo se siente cuando su sistema bancario no le permite disponer de sus ahorros? ¿le han bloqueado su cuenta por problemas de quiebra o de liquidez de su banco? ¿Ha padecido los efectos de alguna crisis bancaria en su país?
¿Ha sido objeto de alguna estafa o fraude por parte de un tercero en una oferta de compra programada dónde ud. pagaba cuotas regulares para en el futuro obtener un bien o un servicio?
¿A Ud. le “quema las manos” el dinero cuando lo recibe y se ve obligado a gastarlo o invertirlo pronto por el temor de la pérdida de su poder adquisitivo? ¿Tener y no tener dinero se ha convertido en un problema?
¿Ud. quiere dólares estadounidense aunque estén arrugados y deteriorados, en cuentas de bancos extranjeros no estadounidenses o en cuentas de casas de cambios, en USD offshore o extraterritoriales, en monedas virtuales como las cripto monedas, en fichas (token) de juegos en línea o de plataformas de comercio electrónico que mantengan el poder adquisitivo en USD en la compra de bienes y servicios?
¿A Ud. le preocupa la inflación de bienes y servicios?
Algunos hechos (datos) para ilustrar:
En la reforma monetaria de 1497 se crea el real español, el real de a ocho es la unidad, es una moneda de plata. Desde el siglo XVI, se acuñaban en Castilla, Aragón, Navarra, y luego, mayormente en Bolivia, México y Perú. “Gracias al amplio uso que tuvo a finales del siglo XVIII en Europa, toda América y el extremo Oriente, se convirtió en la primera divisa de uso mundial.” (wikipedia).
En abril de 1792, se promulga la ley que establece la casa de moneda y regula las monedas en EE.UU. Se acuñan las monedas de oro de US $10 (“águila”) y un US $2,5 (“¼ de águila”). Se acuñó la moneda dólar estadounidense, el cual contiene básicamente plata con un poco de oro, en una relación de 15 a 1, proporcional a los precios de estos metales en los mercados internacionales. Estas monedas son declaradas de curso legal al igual que las monedas extranjeras en oro o plata, en especial el dólar español (real de a ocho o peso de ocho o peso fuerte o duro), moneda de plata con valor de ocho reales. Se establece la paridad 1:1 entre el dólar español y el dólar estadounidense. (CRS, 2011).
En 1862, se acabó la fiesta del dólar estadounidense con respaldo en plata y oro, emerge el papel moneda fiduciario, no convertible en oro, en respuesta a la presión de las demandas financieras de la guerra civil estadounidense. (ib.)
En 1879, se restablece el patrón oro en los EE.UU., se acuña en oro, pero esta vez sin mezclarla con la plata (ib.).
En agosto de 1914, Alemania abandona el patrón oro establecido desde 1871 y emite marcos alemanes en papel como consecuencia de las demandas financieras de la primera guerra mundial. (Mises Institute, 15-11-2013).
En agosto de 1923, se crea el Rentenmark (marco seguro, marco hipoteca), como moneda intermedia, respaldado por la “hipoteca” de las tierras con uso productivo (agricultura y negocios) en Alemania, éstas sumaban un capital de 3.200 millones de marcos alemanes oro, equivalentes a 3.2 millardos de RM (Rentenmark) emitidos. Este respaldo significó pagos semestrales (abril y octubre) por la propiedad, por cinco años. Con esta estrategia se logró salir de la hiperinflación. (wikipedia). Una forma de convertir solvencia en liquidez, sin arriesgar el patrimonio.
En 1931, Gran Bretaña abandona el patrón oro (CRF, 2010).
En 1933, se termina el respaldo en oro del dólar estadounidense, cuando la política del New Deal y la intervención del Estado, para salir de la Gran Depresión, exigen el aumento de la oferta monetaria más allá de los límites establecidos por el respaldo en oro.
En 1944, se establece el sistema monetario internacional, conocido como Bretton Wood, que establece el patrón USD como medio de cambio, con la fijación de valor de mercado de todas las monedas que participen en el mercado internacional anclado al valor del oro en los mercados internacionales.
En 1971, a consecuencia de los gastos de la guerra de Vietnam, EE.UU. abandona el patrón oro. A partir de allí, su dólar está respaldado sólo por deuda, la cual ha crecido desde entonces al igual que la expansión monetaria del USD, dentro y fuera de los EE.UU.
Algunos comentarios:
Estos hechos relatados dejan claro el rol fundamental de la moneda en la geopolítica y la geoeconomía a lo largo de la historia, por lo menos de los últimos 5 siglos, que coinciden con el inicio de la mundialización económica.
¿Cuándo se habla de credibilidad y confianza para tener una moneda fuerte, se refieren a qué: a la moneda o al gobierno o al sistema financiero o las instituciones que emiten la moneda y regulan la intermediación financiera, a todas las anteriores?.
La costumbre y lo legítimo en la región de América Latina y el Caribe parece ser transferir riquezas o valores hacia afuera, hacia la metrópolis. Y por lo que vemos, en forma de monedas con valor intrínseco por más de cuatro siglos.
La inflación es tanto aumento irracional de los precios de los bienes y servicios como pérdida de poder adquisitivo del dinero corriente. Una forma de extracción de valor.
La moneda va de un valor de uso a un valor de mercado, pendulando entre lo volátil o lo estable, bajo un control o libre, dependiendo de la situación que pase y persiga el país en lo interno y a lo externo. Ésta se puede respaldar en oro, en bienes inmuebles, por algoritmos computacionales, por deuda, por la fuerza, como el caso de los países que no cuentan con moneda de curso legal nacional sino con una moneda extranjera.
Los intercambios entre pares o iguales parece que solo son posibles a pequeña escala, entre gente cercana, afectiva y/o geográficamente, en los intercambios informales pequeños, pero en las relaciones de intercambio de valores financieros, bienes y servicios reales y mundiales entre desconocidos siempre hará falta un tercero, aun cuando la moneda haya sido emitida por un anónimo, como en el caso del bitcoin.
Que la historia y las costumbres no nos confundan, no hay prácticas humanas naturales e inmutables.
Los países de la región de América Latina y el Caribe hoy tienen monedas que parecen más stablecoin, es decir, monedas nacionales que buscan sostener artificialmente su paridad frente al USD, para de allí controlar su inflación. Como consecuencia de ello, los bancos centrales se ven obligados a destinar regularmente dólares estadounidenses en el mercado cambiario, es un negocio que se presta a la especulación. Se desvían el uso de los ingresos en divisas de la inversión en la economía productiva.