El mundo que se nos ofrece hoy tiene su costo, aunque en muchos casos sus tarifas sean gratis. La realidad virtual y aumentada, el metaverso, la ciudad y el hogar inteligente, el internet de las cosas, los vehículos eléctricos y autónomos, tienen un costo. De igual manera, el disponer de los servicios que ofrecen las fintechs, tales como: valores financieros digitales y la facilidad de realizar transacciones financieras digitales, liberando los flujos de capitales y borrando incluso fronteras, esté uno dónde esté y en cualquier momento que se desee, también tiene su costo. ¿Estamos conscientes de ello, de su cuantía y de sus formas directas e indirectas?.
En esta oportunidad, seguimos analizando los “costos” que se pagan para obtener la productividad, la rentabilidad y la competitividad que tenemos en esta industria intensiva en conocimiento, mundializada.
Esta evaluación la están haciendo varios países de las economías avanzadas, y espero que de las economías emergentes y economías en desarrollo, incluso los EE.UU., pues los resultados no son alentadores, no por la pandemia COVID-19, la cual solo aceleró la tendencia, sino por el bajo rendimiento y la poca resiliencia puesta de manifiesto durante la segunda década del milenio.
La pregunta es: ¿Una vez montado en el burro, se puede echar para atrás y cambiar el rumbo?. Los lemas de campañas de los últimos presidentes de los EE.UU., indican que se busca una rectificación del modelo de mundialización. Habrá que ver cómo le ha ido a los EE.UU. con su «Make America Great Again» (Hagamos América Grande de nuevo) de Trump, o el “Build Back Better» (Reconstruir mejor) de Joe Biden. Curioso, ambos lemas apelan a un pasado mejor. Si eso lo plantea la economía más grande y poderosa militarmente del mundo, que quedará para los países de economías en desarrollo. Debemos estar pendiente, puede que entre los costos que estos países de economías avanzadas estén dispuestos a pagar, se lleven por delante a los países de Nuestramérica, de AL & C, considerados como parte de su patrimonio.
No hay ciencia ni tecnología neutra, apolítica, menos hoy en la economía intensiva en conocimiento. La economía y la política van juntas en las estrategias de política exterior de los países de economías avanzadas.
En el pasado, parecía sencillo ver cómo se producían las desigualdades y cómo se empleaba la violencia para la dominación, puede ser porque también los procesos económicos eran más sencillos, en particular los de la producción y los del mercado.
Hemos visto en nuestras reflexiones que hoy el mercado es un conjunto de procesos complejos.
En nuestras reflexiones recientes se aprecia algo similar con la producción. Ésta se ha convertido en una suma de procesos que la hacen compleja, pues ya no se trata de simples proveedores de materia prima y de bienes de capital. En el proceso productivo el rol desempeñado por los suplidores o proveedores y su importancia ha crecido exponencialmente. Estos agregan más valor y participan activamente en los procesos productivos.
Las empresas transnacionales (ETNs) se han externalizado e internacionalizado, como consecuencia de un modo de producción cuya máxima es aumentar la productividad, la posición de dominio en el mercado y la rentabilidad ilimitadamente, la exigencia de flexibilización cada vez es mayor. Hablo de posición de dominio y no de competitividad pues ésta es una categoría que perdió sentido en el escenario de la mundialización actual. En especial, porque los organismos multilaterales están desfasados con las nuevas formas de control ejercidas por las ETNs y las nuevas estrategia de política exterior de los países de economías avanzadas en relación a la economía y el comercio.
La transformación de la producción, en su fase de mundialización, ha profundizado los niveles de desagregación de la cadena de producción o de valor y al igual que la dispersión geográfica en relación con la ubicación de partes del proceso de producción, hacia distintos países, por multiples razones económicas.
Mientras más sofisticada, cientifizada y tecnificada sea la producción de un bien o de un servicio, será más probable ver: cadenas de producción más sofisticadas, convertidas en redes mundiales. Estas redes están conformadas por suplidores o proveedores, por capas.
Científicos sociales estadounidense tiene desde los 90’ s, del siglo XX, todo un estudio del fenómeno socio-económico con una teoría elaborada al respecto. Igualmente, la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés) tiene casi tres décadas estudiando estas formas de producción, tal como se puede ver en sus reportes, recomendaciones y bases de datos.
Las preguntas acostumbradas
Compró un automóvil de los modernos, un gran esfuerzo y logro económico. Una obra de ingeniería. ¿Qué pasa cuando se le acaba la garantía y hay que buscar mantenimiento?, ¿Qué pasa cuando comienzan los daños menores, como por ejemplo, el de los llamados accesorios o periquitos?.Igual sucederá con equipos electrónicos para el hogar, la llamada línea blanca y línea marrón, los equipos inteligentes, casi todo a su alrededor está inmerso en esta forma de producir mundializada.
¿Cuando a Ud. se le daña cualquiera de estos productos, equipos y dispositivos, cómo se siente angustiado, se pone las manos a la cabeza, piensa en cuánto dinero puede disponer para ese imprevisto, en divisa?. ¿Piensa en los talleres, en tratar de buscar un buen técnico?. Puede que piense en desechar el producto, sale más caro repararlo que el costo original del equipo.
En relación con los gobiernos. Esta mundialización en la producción y el consumo masivo, se traduce en una mayor importancia a todo lo concerniente con los ingresos y egresos en divisa, al mismo tiempo, ahora, la producción ejerce una presión adicional en el mercado cambiario. Esta mundialización se socializó y se universalizó. Un primer costo.
En este contexto, dinámico y complejo: ¿Cómo se elaboran: un plan estratégico y unas políticas de industrialización?. ¿Dónde se coloca el foco, el énfasis, en lo local o en lo global?. ¿Cómo regular a estos actores, en cuanto a su oferta y participación en el mercado?. ¿En cuanto a sus operaciones, cómo se regula la producción así como el aspecto laboral?. ¿Qué desafíos implica para la regulación fiscal?.
¿Cómo atraer inversiones directas, nacionales y foráneas, en escenarios con tanta incertidumbre y complejos?, ¿Cómo garantizar que se queden y apuesten al crecimiento y desarrollo económico del país receptor?. ¿Cómo hacer con las empresas transnacionales (ETNs) de alta tecnología, que de la noche a la mañana pueden conseguir mejores condiciones económicas en otro países o que deben acogerse a decisiones políticas de sus países de origen?. Tal como le sucedió a Costa Rica, con Intel, que después de 17 años, en el 2014, cerró sus operaciones. Entre 1.000 y 1.500 trabajadores despedidos y aproximadamente un 6% de su PIB.
En relación con lo laboral
¿Cuál es la formación adecuada para acceder a un mercado de trabajo que se mundializa?,¿Cómo competir con las mejores remuneraciones de los trabajos en esas nuevas industrias intensivas en conocimiento?.¿Cómo hacer con la demanda de perfiles más dinámicos y de vanguardia, que implican trabajo abstracto, al igual que destrezas?. ¿Con ofertas en en plataformas digitales de trabajo en libre ejercicio, cuyas remuneraciones, en divisa, son más competitivas que las de los trabajos formales nacionales?.¿Una forma de competencia que no advierte la OIT?.
Veamos, cómo se conforman estas cadenas sofisticadas, convertidas en redes mundiales. En la entrega pasada se mencionó cómo se optimizó la producción de bienes y servicio, partiendo en dos el proceso, dejando en la empresa las actividades medulares o el core business y entregando a terceros, externos a la empresa, las actividades complementarias.
En el proceso de expansión e internacionalización de la ETNs, esta desagregación de las tareas de producción y dispersión geográfica se lleva al extremo.
Dependiendo de la cantidad y la calidad de valor que agregan estos terceros, ubicados en otros países, llamados suplidores o proveedores, se han identificado varias formas de relacionamiento en red con la empresa líder, la firma que se dedica al core business. Estas formas de relacionamiento se diferencian en cuanto al grado de coordinación explícita y la asimetría de poder entre la firma líder y estos terceros, externos.
El profesor y sociólogo Gary Gereffi tiene casi 4 décadas estudiando y elaborando teorías y modelos sobre cadenas globales o mundiales de valor de industrias concretas. Ha participado, con su equipo de investigadores, en la producción de más de 12.500, entre papeles, presentaciones y libros. Es citado 61.176 veces, por terceros en publicaciones sobre la materia. Actualmente, es director del Centro Cadenas Globales de Valor (GVCs, por sus siglas en Inglés), de la Universidad de Duke, Durham, Carolina del Norte, EE.UU., dónde se realizan análisis de Cadenas Globales de Valor (CGV) por sectores productivos y por regiones geográficas, con casos de estudios reales.
Veamos algunos ejemplos prácticos para Ilustrar sobre estas formas de relacionamiento:
Una empresa de prendas de vestir internacional, que necesita producir sus prendas, con su marca pero no quiere tener que lidiar con las fábricas, con los contratos colectivos y con los problemas operativos, por ello decide buscar en un catálogo de fábricas en Asia, donde se listan empresas que fabrican prendas de vestir “bajo pedido”. Basta con enviar las especificaciones de lo qué se quiere, calidad, diseño, cantidad, etcétera. Se le coloca la marca que decida el cliente y lleva el pedido al puerto del país qué el cliente elija. La empresa líder se dedicará al diseño, la marca, la comercialización y a facturar.
Así, también hay marcas muy famosas de zapatos y ropa deportiva que “hacen justamente esto”. Estas son industrias intensivas en mano de obra, que agregan un valor medio, con mano de obra cualificada barata, fácil de conseguir o de entrenar. Son fábricas contratistas que siguen los estándares en la confección y en la materia prima indicados por la firma líder, a las que se les puede delegar esta responsabilidad. Por supuesto, con la debida coordinación y supervisión del patrono, en clave de firma líder. Un ejemplo de esta ventaja competitiva, que inclina la balanza de decisiones: una empresa de zapatos deportivos mundial muy reconocida contrata fábricas en Vietnam por su costo de mano de obra, el cuál es 69 centavos de dólar, contra US $30, en los EE.UU., incluyendo beneficios. ¿Habrá que pensarlo mucho?.
Compliquemos un poco más el ejemplo. Ahora, se trata del encadenamiento para la fabricación de productos que requieren de muchos proveedores o suplidores, con mayor capacidad de producción, con mejores perfiles técnicos y mayores destrezas, que agreguen más valor. En esta oportunidad, la empresa líder es una empresa integradora, que ensambla cientos y hasta miles de piezas, muy elaboradas y fabricadas por terceros, proveedores. Es el caso, por ejemplo, de: empresas de equipos electrónicos e inteligentes del hogar, como lavadoras, secadoras, cocinas, neveras, televisores. Son industrias que a pesar de ser intensivas en capital y tecnología, están desagregadas en varias partes del proceso productivo, vinculándose con proveedores o suplidores diseminados geográficamente. Ello exige un alto nivel de coordinación y sincronización de la producción, además de mucha confianza. Esta producción ahora depende de muchos.
Para ilustrar veamos, los datos de la UNCTAD , sobre la industria automotriz, que entra dentro de esta forma de relacionamiento, obtenidos de su reporte de inversión mundial del 2020, “Internacionalización de la producción más allá de la pandemia” (WIR 2020), en los que se muestra el caso de cinco empresas emblemáticas:
- Tesla: 300 proveedores (modelo S). Producción en China, Alemania y Estados Unidos. Pocos proveedores claves en baterías y partes claves del sistema.
- BMW: 4.500 proveedores. Producción dispersa en 50 países. Los proveedores o suplidores aportan el 70% del Valor.
- Toyota: Ubicación de la producción en 28 países. Los proveedores, suplidores o socios, aportan el 65% del valor agregado.
- Nissan: 5.000 proveedores. La producción en la planta de Sunderland, Reino Unido: se relaciona con 224 proveedores en 22 países.
- Audi: Más de 1000 suplidores. Tiene 18 plantas de producción en 13 países.
A su vez, estos suplidores, requieren también de proveedores, para elaborar sus piezas o partes. Puede que éstos también requieran de terceros para fabricar su producto. De allí las capas de proveedores que se van apilando hasta llegar al producto final. Capas de redes de suplidores.
En este grupo se incluyen productos de alta tecnología, van desde lavadoras, secadoras, neveras, celulares, laptops, televisores de pantalla plana, algunos vehículos, etcétera. Apenas se diferencian en algunas innovaciones y facilidades, en la marca, la mercadotecnia y el precio. En el caso de las lavadoras y secadoras, es evidente, las correas, los motores, las válvulas y otras piezas son las mismas, solo cambian las marcas. En el caso de los autos, es un poco menos evidente, pero cuando se daña una pieza y se requiere reponer, escuchará al mecánico decirle que esa es la bomba de gasolina, o de agua, la cual se puede sustituir por la misma pieza de otra marca, son estándar. Hay un proceso de estandarización de los productos o de muchas de sus piezas.
En este tipo de relacionamiento, la empresa líder y sus socios deben establecer acuerdos que garanticen confidencialidad, calidad. tiempos de entrega y precios. Se puede interpretar como una relación entre iguales. Aunque la empresa líder esté ligeramente por encima.
Existe un último tipo de relacionamiento entre proveedores y la empresa líder, más severo y desigual, en especial si el nivel de dirección y supervisión de todo el proceso productivo de los socios o proveedores es alto. Es decir, es una acción de gobierno (gobernanza), ejercida por la firma líder, que exige exclusividad, confidencialidad y discreción. Aparte de la experiencia, la pericia y el conocimiento técnico. Por ejemplo, esta es la forma de relacionamiento que establecen las empresas militares con sus contratistas. Por lo general, en estos casos, a los procesos productivos se le suman actividades conjuntas de investigación, desarrollo e innovación.
Hay tres mega tendencias que vale mencionar, indicas en el reporte de la UNCTAD referido, que están marcando un punto de inflexión en esta internacionalización de la producción, en especial en la última década y son:
“Tendencias tecnológicas y la Nueva Revolución Industrial (NIR, por sus siglas en inglés). La aplicación de nuevas tecnologías en las cadenas de suministro de las ETNs globales tiene consecuencias de largo alcance para la configuración de las redes de producción internacionales. Esto ya ha generado preocupaciones importantes para quiénes deben formular políticas y tomar decisiones, al darse cuenta de que el crecimiento dependerá de la promoción de la inversión en nuevos sectores y de que la transformación estructural a través de la construcción del sector manufacturero se está volviendo más difícil.
Tendencias de la acción de gobierno (gobernanza) de la economía mundial. La fragmentación en la formulación de políticas económicas internacionales y especialmente en la política de comercio e inversión se refleja en un cambio de la cooperación multilateral hacia soluciones regionales y bilaterales y un aumento del proteccionismo. Ésta se ve agravada por la competencia sistémica entre los poderes económicos, así como por un cambio general en la formulación de políticas económicas nacionales en muchos países hacia una mayor regulación e intervención.
Tendencias del desarrollo sostenible. La implementación de una amplia gama de medidas de sostenibilidad, incluidas medidas de adaptación y mitigación del cambio climático, en las operaciones globales de las empresas multinacionales, al igual que las diferentes velocidades en la adopción e implementación de normas, reglamentos y prácticas orientadas a la sostenibilidad tendrán implicaciones importantes para las redes internacionales de producción. La necesidad de canalizar la inversión hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) también afectará los patrones de inversión extranjera directa (IED).” (íb.)
¿Hacia dónde irá a parar este nuevo paradigma de internacionalización de la producción, que se reacomoda?. ¿Qué haremos los países de Nuestramérica (AL & C)?. ¿Seguiremos bailando al son que nos toquen?.¿O vamos a comenzar a decidir nuestra música?.
¿Aislarnos, no parece ser la respuesta, pero hacernos más independientes?, sí. ¿Enfocar nuestras decisiones hacia el desarrollo endógeno?, sí. Quizá deba bajarle dos a la carrera de decidir sin reflexionar, tal vez.
Se percibe una insistencia tanto de la UNCTAD y la OIT, para que las Micro, pequeñas y medianas empresas de nuestros países (Mipymes) se adecuen a nivel de perfiles y tecnología, para atraer inversiones, y así insertarse en estas nuevas redes internacionales de suplidores, en busca de aumentar los ingresos y los niveles de trabajo decente por la vía de aumentar el valor agregado. Hay que ser críticos y reflexivos con todas las propuestas que se presenten.
El reporte de la UNCTAD 2020 nos da una pista, de dónde se está y adónde parece que se va:
“La transformación de la industrialización de la producción y el camino de inversión-desarrollo van:
- De una producción orientada a la exportación, hacia exportaciones más, más. Más producción hacia mercados locales, más desarrollo de infraestructura.
- De una inversión que busca eficiencia, hacia una inversión que busca mercados (regionales).
- De Cadenas Globales de Valor enfocadas en segmentos y tareas, hacia la construcción de una industria diversificada agrupadas en conglomerados.
- De priorizar inversores de industrias a gran escala, hacia una competencia por inversiones diversificadas basadas en la flexibilidad y la resiliencia.
- De una competencia basada en costos para inversores que buscan un sólo lugar, hacia inversores que quieren más espacio para instalaciones y servicios de fabricación a pequeña escala.
- De “Grandes Infraestructuras”, hacia “Infraestructuras óptimas”, digitales y sostenibles.” (íb.)